Una mudanza es una puerta a una nueva etapa de la vida, un momento emocionante y también crucial pues el cambiar de hogar no es algo banal. Afectará a nuestra vida y la de nuestros niños mientras dure el cambio y, obviamente al futuro, ya que viviremos en lugar distinto.

Además, trasladar toda tu vida de un lugar a otro no es tarea sencilla, menos aún si se trata de una familia con niños.

Esto puede generar mucho estrés y quebraderos de cabeza para aquellos padres que están planificando una mudanza, ya que el caos de un traslado altera la rutina y hábitos de los niños.

Consejos para hacer una mudanza con niños

No hace falta que te cambies por algo traumático como un divorcio o una muerte, ni que te mudes de país, ni de ciudad para que a tus hijos les afecte, ni siquiera de barrio; el simple hecho de que esa casa deje de ser su hogar y pase a serlo otra distinta, por mucho que sea un cambio objetivamente a mejor, es algo que deberán asimilar y a los niños no les suele gustar que les alteren sus rutinas.

Por eso, debemos estar atentos a sus reacciones ante la mudanza y cuidar al máximo todo el proceso para que sea lo menos estresante posible.

Por ello ponemos a tu disposición una serie de consejos que te ayudarán a hacer más fácil la mudanza para tu familia y en particular para tus hijos:

Múdate durante el curso escolar

Es posible que no tengas elección para programar una fecha que te venga bien o igual crees que es más sencillo mudarse durante unas vacaciones, pero para realizar una mudanza cuando se tiene niños, lo mejor es hacerlo durante el curso.

Otros artículos que pueden interesarte:

De este modo, sabes que vas a tener muchas horas a los niños en el colegio, lo que por un lado te dará tiempo de gestionar la mudanza y por otro, es una rutina que están manteniendo y les ayudará a tener un poco de orden entre todo el caos que implica el cambio de casa.

Adáptalos al cambio de forma progresiva

Es importante que una vez decidáis que os vais a cambiar de casa se lo comuniquéis a los niños y no sólo eso, también debéis hacerles partícipes del cambio:

Llevándolos a ver la casa nueva antes de la mudanza.
Explicándoles cómo vais a distribuir los espacios.
Asignándoles sus habitaciones.

Tengan la edad que tengan, entenderán que está involucrados en el cambio de casa y que es una mejoría en la vida de toda la familia.

Transmitir calma

Una mudanza puede traer consigo desesperación y estrés sobre todo ante la clásica sensación de que no va a acabar nunca. Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es gestionar el estrés lo mejor posible y al menos, ante ellos mostrarnos calmados.

Hacer las cajas teniendo en cuenta sus necesidades

Cuando se empaqueten las cosas procura reservar varias de sus pertenencias fuera del material de mudanza. No sólo algunos juguetes o la ropa que vayan a llevar esos días.

En los pequeños detalles puede haber un gran alivio, por ejemplo si vais a estar en casa de algún familiar mientras dura el cambio, llevarles sus sábanas puede aportarles seguridad y sensación de hogar muy necesaria para ese momento.

Dales tiempo

Como comentábamos un simple cambio de casa aunque no implique más cambios (cambio de colegio, amigos, etc) puede alterar ya a tus hijos. Necesitarán un tiempo para sentirlo su hogar, a pesar de que la nueva casa sea mejor.

No te impacientes o culpabilices si reclama volver a la anterior casa. En el caso de que el cambio sea además geográfico, puede que el proceso sea más largo, es lo normal.

En Kaymon ofrecemos multitud de servicios relacionados con mudanzas, entre ellos puedes encontrar: